Hace aproximadamente dos semanas fallecía Sidney Pollack. A raíz de este luctuoso suceso T.V.E. decidió volver a emitir por enésima vez su oscarizada película.
Debo decir que " Memorias de África " es una de esas películas que nunca he logrado ver enteras. Con ver un par de escenas cada cinco o diez minutos es suficiente para realizar una valoración.
En esta película se nos narra en clave dramática la supuesta historia de amor entre un cazador y una baronesa con Kenia de fondo. Digo supuesta historia de amor, porque desde luego el amor es justamente lo que no se ve por ningún lado. Y lo más alucinante es que nos la venden como una de las películas más románticas de la historia.
Veamos: la baronesa ( se hace mención a su título nobiliario todo el rato) es una colonizadora con pasta que se dedica a no dar palo al agua porque para eso ya están los africanos. A lo largo de la película no para de dar muestras de un desprecio absoluto por las personas que trabajan para ella, aunque claro está, todo esto se disfraza con un velo de respeto que no cuela.
Su mayor ocupación la mayor parte del tiempo es pensar en ella misma, en hacer que los negritos trabajen más para obtener mayores beneficios y en tirarse al guapo de turno, que en este caso es Robert Redford antes de llenarse la cara de bótox.
Él , por su parte, es también un abanderado del "progreso" que se dedica a matar animales y de paso obtener dinero. Grandes cualidades que todo hombre debería tener.
Cuando estos dos individuos se conocen surge el flechazo, cumpliéndose así el refrán de Dios los da y ellos se juntan.
Realmente la llama del amor se produce porque el marido de ella la manda a freír espárragos y claro, como las necesidades físicas son las que mandan, pues la pobre no tiene más remedio que apagar sus sofocos en brazos de Dennys.
Cuando la relación se consolida, nuestro hombre se traslada a vivir a la casa de la baronesa, sin aportar nada más que sus servicios sexuales, convirtiéndose de este modo en el "mantenido" de la aristócrata.
Pero como la mujer es un poco asfixiante, él se hace sus escapaditas de vez en cuando, para no agobiarse.
Hay que señalar que ellos no son los únicos blancos de la zona. Todo el territorio está tomado por daneses , belgas y colonizadores varios, que evidentemente, sólo se relacionan entre ellos. Por supuesto toda esta gente se pega la vida padre, mientras que los africanos tienen casi que darles las gracias por ir allí a explotarles y enriquecerse a su costa.
Pero el destino le iba a jugar una mala pasada a nuestra pareja protagonista. En una de las escapaditas del muchacho, el aeroplano que pilota sufre un accidente y siega la vida del galán.
A su vez, Karen, ve cómo su cosecha de café se pierde a causa de un incendio. Cuando se da cuenta de que está en la ruína decide volver a su Dinamarca natal. En ningún momento se le ocurre apretarse el cinturón y ponerse a trabajar sinó que opta por recaudar lo poco que le queda y darse las de Villadiego.
¿ Y qué sucede con los negritos a los que tanto respeta? Eso no supone un problema para la dama, que se encuentra demasiado ocupada en subastar sus pertenencias para no irse con las manos vacías.
Esta es, a grandes rasgos, la romántica y emotiva historia de " Memorias de África ".
Además de la historia en si, la película también es famosa por las interpretaciones de los protagonistas: la siempre sosa Meryl Streep y Robert Redford haciendo su papel habitual de guapo con valores. En fin... nada nuevo.
Otro de los "puntazos" de la película es su banda sonora. Pretenciosa, aburrida... en resumidas cuentas : cursi.
Como cursi resulta la escena estrella , en la que el playboy le lava la cabeza a la chica.
Y como cursis son los diálogos.
Si me tengo que quedar con algo bueno, elijo los paisajes que se nos muestran. La verdad es que dan ganas de ir allí, pero exceptuando esto, creo que es una película absolutamente sobrevalorada.
Y como ya os he contado la peli, no tiene ningún sentido que perdáis el tiempo en verla .
