viernes, 15 de agosto de 2008

Adiós pequeñajo

Esta es, sin lugar a dudas, la entrada que más me ha costado escribir... Es mi pequeño homenaje a mi querido perrito Flu, que se me ha ido esta misma tarde.
Flu fue mi compañero durante 17 años. A él están asociados un montón de recuerdos...de buenos recuerdos...
Todavía recuerdo el día en que llegó a mi vida. No era más que una bolita marrón de pelo suave, con los ojitos más bonitos y brillantes que he visto. En cuanto lo vi me entró una sensación de ternura difícil de explicar. Desde ese mismo momento se convirtió en mi familia.
Flu era un perrito con personalidad, con un carácter muy definido. Cariñoso y fiel. En casa todo giraba a su alrededor, podría decirse que tenía carisma. Consiguió sacar de todos nosotros cosas que nunca hemos podido expresar...
Fue nuestro refugio en los momentos malos; de algún modo nos entendía y era capaz de consolarnos. Con una mirada nos llenaba de alegría.
Nunca podré agradecerle todo lo que nos dió, todo el amor que nos brindó y la inmensa felicidad que trajo a nuestras vidas.
Mi pequeño amorcito, espero que hayas sido feliz ...Nosotros lo hemos sido gracias a ti.
Nunca podremos olvidarte Flu. ¡ Te vamos a echar tanto de menos...!
Te llevas contigo todo nuestro amor y cariño.
¡Adiós pequeño angelito !
¡ Te querremos siempre !


jueves, 7 de agosto de 2008

Una profesión con futuro: EL EMPUJADOR-MAMPORRERO

Es un secreto a voces que muchas mujeres se sienten insatisfechas en sus relaciones sexuales. Encuestas recientes nos dicen que un 78% de las mujeres fingen placer durante el acto.
Nos hemos preguntado la causa y hemos realizado un exhaustivo sondeo para que las mujeres nos confiesen cuáles son las causas de dicha insatisfacción.
Las quejas más comunes fueron, en este orden:
  • 1º) El ritmo: El 53% de las encuestadas aseguran no hallar el ritmo adecuado para acoplarse a sus parejas.
  • 2º) El empuje: Un nada despreciable 30% se queja de la intensidad del empuje. De las cuales un 60% consideran que sus amantes ejercen una fuerza excesiva, provocando de este modo un rozamiento desagradable con las sábanas, lo que puede llegar a provocar llagas. ( Es fundamental tener en cuenta este punto en caso de que el coito se realice a la intemperie).
  • 3º) El acoplamiento: El 25% de las encuestadas consideran que la penetración resulta, en ocasiones, complicada debido a prisas y distracciones.
  • 4º) El tiempo: Un 8% nos indica que los factores climatológicos son importantes para un coito satisfactorio. En el sur, por ejemplo, el calor excesivo puede echar por tierra el deseado encuentro entre los amantes. Como dato curioso cabe señalar que las mujeres nepalíes sufren la falta de oxígeno derivada de la altura a la que se producen sus encuentros.

Así, sacamos en conclusión que los 3 primeros puntos se solucionarían fácilmente introduciendo la figura del empujador-mamporrero.

Sus tareas serían principalmente las de facilitar las relaciones sexuales y comprobar que estas se realizan correctamente.

El empujador-mamporrero ha de fijarse de un modo especial en el ritmo y la potencia del empuje, cuidando de la postura de ambos amantes, sin interferir demasiado en la espontaneidad del coito. Procurará que la fuerza ejerciente sea la adecuada, para evitar tirones y molestos rozamientos.

Deberá empujar cuando observe que el hombre empieza a dar síntomas de fatiga. También tiene que fijarse con especial atención en la posición de la fémina para que todo resulte perfecto, evitando de este modo lesiones innecesarias.

El empujador pondrá ambas manos sobre la zona lumbar del hombre, a la altura del sacro, para empezar a marcar el ritmo más adecuado. ( Se comenzará preferiblemente con un compás de 3/4) Aumentará o disminuirá la velocidad según considere necesario.

Si la pareja quiere acariciarse sin descuidar la penetración, será el empujador quien introduzca el pene en el orificio deseado. También lo hará en posturas curiosas o de difícil ejecución.

En caso de individuos con obesidad será el empujador el que aparte cuidadosamente los "michelines", para evitar así cualquier obstáculo.

Llegados a este punto, el empujador tendrá que preparar todo para el momento del clímax. Retirará el miembro de la cavidad femenina, extrayendo el preservativo si lo hubiere y limpiando cuidadosamente posibles restos. Secará además el sudor de los follantes dando así por finalizados sus servicios.

Siendo conscientes de la imposibilidad de solucionar el 4º punto recomendamos al mamporrero que tenga siempre en cuenta que la humedad y temperatura sean lo más agradables posible.

Numerosos estudios nos indican que la figura del empujador-mamporrero no sólo ayuda en la realización de las relaciones sexuales, si no que además mejora la fecundidad, ya que al corregir posturas erróneas, el semen se deposita con mayores garantías de éxito.

PROXIMAMENTE EN LA SONRISA DE DC