sábado, 3 de noviembre de 2007

BELINDA´S HILL The Beginning 1.2

Cuando Mary Gladys atravesó el umbral de la mansión, su padre la esperaba con rostro serio y taciturno:
- Jovencita, se acerca la hora de tu fiesta, los invitados están al llegar y aún no estás presentable. Corre a tu cuarto y ponte el maravilloso vestido que te he comprado.
Mary Gladys subió ágil y veloz la espléndida escalinata que separaba el vestíbulo de los dormitorios. Cuando abrió la puerta de su cuarto vió una caja sobre la cama. La abrió presta y ante sus ojos se mostró un fantástico vestido de delicado encaje y tul.
Mary Gladys lo tomó entre sus blancas manos y lo acercó a su cuerpo, que mostraba ya unas incipientes formas femeninas.
Madame Beaumont irrumpió bruscamente en el dormitorio sobresaltando a Mary Gladys, que no pudo ocultar su turbación...
- ¿ Todavía estás así, jovencita ? Siéntate que te voy a arreglar el pelo.
- Lo siento Madame Beaumont, estaba contemplando mi vestido... ¡ es fabuloso !
La institutriz cepilló cuidadosamente el dorado cabello de la joven. Poseía un pelo envidiable, largo y sedoso. El brillo de su cabello deslumbraría al mismísimo Apolo gracias a los esmerados cuidados que la institutriz le prodigaba a diario. Después de cepillar el cabello, Madame Beaumont recogió uno a uno los áureos mechones en un espectacular moño que ornamentó graciosamente con un delicado tocado floral.
Estaba maquillando a la joven cuando ya se podía oír a los primeros invitados llegar a la casa.

No hay comentarios: