sábado, 17 de noviembre de 2007

SATURDAY NIGHT FEVER

Nos parece particularmente llamativo el comportamiento de la gente los fines de semana y concretamente el Sábado por la noche.

Además de ser el día elegido por casi todo el mundo para salir con sus amigos, se ha convertido también en el día de la semana dedicado a la frivolidad y a la tontería.

Entrás en el bar. La primera sensación es la de un mundo de ojos posándose sobre ti, o mejor dicho, sobre tu modelito. A continuación te acercas a la barra, en la que el camarero, con una mirada de suficiencia, te recuerda que es él el que tiene el poder y acto seguido te pone la copa casi arrojándotela ( si estás buena/o te la pondrá con la mejor de sus sonrisas ).

Tranquilamente te vas a un rinconcito con tu vaso en la mano y comienzas a hacer un repaso de lo que estás viendo.

La especie más habitual del Saturday night, es la de la chica exhuberante. Enfundadas en modelitos de lo más "elegante", se pasan el rato de un lado a otro con un claro objetivo: provocar miradas de admiración y deseo por parte del público masculino. Para ello suelen elegir el siguiente look: escote, falda corta o microfalda, cantidades industriales de lycra y peinados y maquillajes nada discretos.

Por otro lado está la versión masculina, también conocida como castigador nocturno. En la mayoría de los casos, el macho de esta especie suele tener una estatura media de 1.70 cm y una complexión fuerte moldeada en el gimnasio. Al igual que la hembra antes citada, huye de la sencillez en su aspecto por lo que también eleva a la lycra a la categoría de tejido estrella de su guardarropa. Para poner un toque elegante a su estilo, optan en la mayoría de las ocasiones por americanas ajustadas en la cintura inspiradas en el look Tony Manero.

El ritual de cortejo comienza con una serie de incesantes paseítos de la hembra con alguna amiga poniendo el habitual pretexto de ir al baño. Para ello pasan delante del grupo de castigadores nocturnos que, por supuesto, responden prestos al reclamo.

Para ello utilizan las expresiones: guapa o guapísima, vaya ojos, cuidado que vienen curvas... Ellas responden con una expresión facial simulando desprecio pero que indica que el trabajo está hecho. Acto seguido el macho invita a una copa, demostrando así su alto nivel adquisitivo. Ella acepta y a partir de ese momento comienzan a charlar (si los decibelios lo permiten). Si a los diez minutos no están intercambiando fluidos orales, significa que desafortunadamente no ha habido "feeling"(¡¡¡¡¡ aaaagggghhhh!!!!!! que fea expresión). Cuando esto sucede, la hembra se acaba su copa y se va a lo que el macho herido, responde dando paso a una serie de súplicas del estilo: jo, tía no me dejes así... jo , tía que la copa me ha costado cinco euros... jo, tía no te hagas la estrecha...

Pero por suerte, esto sólo sucede en el peor de los casos. Lo más normal es acabar la noche intercambiando unos fluidos, esta vez un poco más íntimos, en la parte de atrás del coche.
Lamentablemente, todo suele tener al final un toque cutre que le resta romanticismo al esperado encuentro, pero claro, es lo que tienen las grandes pasiones, ¡ son tan inesperadas!

1 comentario:

Alberto dijo...

Gracias a dios en los sitios que suelo frecuentar no sucede este tipo de cosas, básicamente porque son baretos heavys.

De todos modos de alguna rara vez que nos hemos "encamisado" para ir a la discoteca es inevitable contemplar esas escenas.

Por cierto, según nuestro vocabulario a ellas las llamamos "marranas" y a ellos "buitracos".

Nosotros básicamente nos consideramos "retrosexuales", cada día somos menos sexuales. Eso sí, nos jartamos a petas y birras y nos partimos la polla todos los fines de semana xD

Un saludete!

PD: Muerte a Mago de Oz ^^