PLOMOLOGS

LOS PLOMOLOGS Y LAS PÁGINAS PERSONALES





Quiero hacer un pequeño ejercicio de autocrítica. A todos los que publicamos cosas en internet. Por fortuna, la mayoría pasan desapercibidas, y son, si no ignoradas, al menos olvidadas. Porque si hay algo peor que verte los 20 vídeos de las vacaciones de tu prima la de Cuenca y de la boda de los vecinos del sexto, versión ampliada con comentarios del director, en el salón de su casa... son la plaga de los fotoblogs y las páginas personales.



Viva la democratización, y la posibilidad de tener nuestros segunditos de fama. Efímera. Pero por Dios, ¿hace falta estar todo el día con la cámara colgada al cuello? Registrar todos los apasionantes momentos de cada día; un café con mi amiga la loli, mi viaje a la tienda de la esquina, mi monumental deposición del lunes, yo y pepi, yo en tanga, yo de espaldas, yo, yo, yo...



¿Es necesario ser modelo las 24 horas al día? ¿Dejar constancia al mundo de cada paso que damos por intranscendente que éste sea? ¿Somos más importantes por estar convencidos de ello?



Al menos háganlo entretenido, y nunca, NUNCA, pidan a la gente que encima les diga lo que le ha parecido la foto del 3 de enero del 2005 (¡qué recuerdos